Para la UGT, Granada es una de las provincias con síntomas más débiles de recuperación económica y creación de empleo.

Así se desprende del documento sindical presentado hoy por UGT Granada, por sexto año consecutivo con información detallada sobre diversos aspectos del mercado de trabajo granadino, en esta ocasión sobre el año 2010.

Manuela Martínez, secretaria general de UGT Granada, ha afirmado que nuestro mercado de trabajo se caracteriza por la destrucción de empleo neto, con altas cifras de paro, las escasas o nulas oportunidades para los jóvenes que buscan su primer empleo y por la contratación mayoritariamente temporal y precaria. Ha destacado que el paro sigue siendo sobre todo masculino en Granada, fundamentalmente porque se ha destruido más empleo en sectores masculinizados: un 53,20% de hombres en paro frente a un 46,80% de mujeres. Además, los jóvenes menores de 25 años, representan el 11,60% del total de desempleados, frente al 10,50% de 2009. La población parada ha aumentado en Granada para aquellos que “han dejado su empleo hace más de 12 meses”, y los que “buscan su primer empleo”. Respecto a los sectores productivos, aumenta el paro a excepción de la construcción que ha tenido una disminución del 3,96% y también la  industria (-0,25%). Donde más ha aumentado es en el sector sin empleo anterior (63,74%), que engloba a una buena parte de los parados de larga duración y de jóvenes, colectivos que están siendo castigados de manera muy dura por la crisis; seguido de la agricultura (16,01%) y los servicios (2,50%).

Respecto a la contratación, la representante de UGT ha informado que Granada es la quinta provincia andaluza donde más se ha reducido la conversión de contratos temporales a indefinidos (-5,45%). Y sólo un 3,95% de los contratos realizados en Granada han sido indefinidos, porcentaje muy similar al andaluz (4,07%) pero muy lejos del 8,52% de la media española.  Se aprecia además cómo el número de ocupados de todos los sectores disminuye, a excepción de la industria, que aumentó un 4,62%. El descenso más alto ha sido en la construcción con un 26,43%, seguido de la agricultura con un 7,02% y ya más lejos, los servicios con un 0,11%.

En lo referente a la siniestralidad laboral, ha destacado que la mejora de las cifras en 2010, habiéndose reducido los accidentes con baja laboral en un 11,01%, siendo la tercera provincia andaluza donde mayor ha sido el descenso, pero ha advertido que sin duda, este descenso sigue ligado al aumento del desempleo, más que a la prevención de riesgos laborales.

El 2010 siguió siendo un año duro en Granada, con un nuevo recorte del empleo y  con casi un 26% más de trabajadores afectados por ERE´s que en 2009. Para los trabajadores granadinos ha sido además un año especialmente difícil, por las políticas de recortes sociales y laborales del Gobierno durante 2010, y especialmente por la Reforma Laboral, que llevó a la UGT, junto con Comisiones Obreras a celebrar una Huelga General el 29 de septiembre. Y también un año más, los trabajadores granadinos han sufrido el incumplimiento sistemático de muchos de los convenios colectivos provinciales y el bloqueo de los que se estaban negociando. Además, su poder adquisitivo, a la espera de la aplicación de las cláusulas de revisión salarial, se ha visto reducido, a lo largo del pasado año, en más de un 2,3%.

Pero además, ha dicho, otras estadísticas demuestran que nuestra provincia sufre unos problemas estructurales que hacen que en Granada incidan especialmente las consecuencias de la crisis, y que la actividad económica no termine de reactivarse. Por ejemplo, las previsiones para 2011 colocan a Granada con síntomas más débiles de recuperación económica y con un nivel de crecimiento interanual del PIB en torno al 0,2%, por lo tanto por debajo de la previsión andaluza (0,6%). En 2010, sólo la actividad turística ha manifestado un cierto tono positivo: ha aumentado el número de viajeros alojados a lo largo del año (4,46%), el número de pernoctaciones hoteleras (3,26%) y, en menor medida, el grado de ocupación hotelera (0,75%).  Han descendido  los proyectos de obra visados (-46,48%), del número de hipotecas concedidas (-17,71%) y del número de operaciones de compraventas inmobiliarias (-8,83%), el crédito financiero al sector privado se vio reducido en un 1,17%, y el número de turismos matriculados en Granada se ha visto reducido un 7,26%.

A su juicio, Granada debe reorientar el modelo productivo hacia sectores y actividades que generen mayor valor añadido y mayor estabilidad en el empleo, por lo que defiende la necesidad de dar en 2011 un giro al patrón económico granadino. Se debe apostar por los sectores que requieran mayor cualificación y formación, lo que repercutirá en un incremento de la estabilidad laboral y de la calidad del empleo, generando a su vez un crecimiento más sostenido y sostenible. Asimismo, es necesario un esfuerzo especial en materia de lucha contra el fraude a la Seguridad Social y a la Agencia Tributaria, ya que la economía sumergida de nuestra provincia se ha disparado, perjudicando en primer lugar tanto a los trabajadores/as como a los empresarios “de verdad”, y en segundo lugar a toda la sociedad, ya que supone tributos y cotizaciones que dejan de ingresarse en las arcas públicas, además de la situación de desprotección en la que quedan los trabajadores que la sufren.

Martínez ha indicado que, para el año 2011, UGT va a continuar trabajando para que no sólo se mantenga  el empleo ya existente sino para que se cree empleo de calidad en nuestra provincia.  Y para ello considera fundamental el Acuerdo Social y Económico firmada el 2 de febrero por UGT con el Gobierno y el resto de agentes socioeconómicos, que recoge medidas importantes para promover la transición al empleo estable y la recualificación profesional de las personas desempleadas.

Otra tarea pendiente del Sindicato en 2011, ha concluido será la negociación de los Convenios Colectivos provinciales, para mantener  y actualizar las condiciones laborales y salariales de los granadinos. La reforma de la Negociación Colectiva, que en estos momentos UGT está negociando, tiene que servir para fortalecer las relaciones colectivas de trabajo frente a las pretensiones de individualización, ya que los convenios colectivos deben útiles tanto para los trabajadores como para las empresas.