Aunque el cólico nefrítico (dolor intenso en la zona lumbar) es la manifestación más común en los adultos, en los niños se presenta en menos de la mitad de los casos 
Las alteraciones metabólicas, las infecciones y las anomalías congénitas  son las causas más comunes de esta patología a la edad pediátrica
La litotricia extracorpórea por ondas de choque permite fragmentar los cálculos, evitando así, en la mayoría de los casos la intervención quirúrgica del paciente
La presentación clásica de un cólico nefrítico es la de un dolor brusco, intenso y unilateral en un costado y que puede extenderse a las regiones inguinal, genital e, incluso, al muslo. El dolor suele acompañarse de otros síntomas como palidez, sudoración, vómitos… Esta, que es la manifestación típica de la litiasis renal (piedras en el riñón) en los adultos, no se presenta generalmente en la población infantil.  Los niños pueden presentar una amplia variedad de síntomas, dependiendo de la edad. El dolor lumbar y la hematuria (sangre en la orina) es más común en niños mayores y adolescentes. Síntomas menos específicos como irritabilidad o vómitos son más frecuentes en lactantes o en edad pre-escolar.
 "La mayor parte de los niños con litiasis en el tracto urinario presentan infecciones urinarias y, hematuria, pero en general los síntomas son menos agudos y el cólico renal aparece en menos de la mitad de los niños que padecen la enfermedad". Así lo ha explicado el doctor Jorge Caffaratti, experto de la Asociación Española de Urología (AEU), en el marco del LXXV Congreso Nacional de Urología, que durante estos días se celebra en el Palacio Euskalduna de  Bilbao.
A diferencia de lo que sucede en los adultos, en los que se trata de forma ambulatoria, lo infrecuente de su presentación en la población infantil aconseja su manejo hospitalario y un estudio exhaustivo encaminado a detectar factores favorecedores de la aparición de cálculos urinarios. "En general", afirma este experto, "una vez descartada la posibilidad de otros diagnósticos y/o factores de riesgo añadidos (disminución o ausencia de orina, riñón único, fiebre), la actuación terapéutica ante este cuadro clínico debe centrarse preferentemente en el tratamiento de la sintomatología, sobre todo, el dolor y, con posterioridad, en programar un seguimiento clínico adecuado hasta la completa eliminación del cálculo".
Los cálculos pueden formarse como resultado de la acumulación de sales cristalizadas y minerales como el calcio en el tracto urinario, o después de infección urinarias. Según apunta el experto, "entre las causas más frecuentes de litiasis en la infancia destacan por orden de mayor a menor frecuencia las alteraciones metabólicas, las infecciones y las anomalías congénitas del tracto urinario".
Examen físico y diagnóstico por imagen
En la evaluación inicial es importante consignar el antecedente de infecciones urinarias previas, malformaciones del tracto urinario y antecedentes familiar de litiasis o de alteraciones metabólicas. Además, otros factores que influyen son los excesos en la alimentación, las deficiencias en la dieta alimentaria, la ingesta de vitaminas y medicamentos, etc. "En el examen físico se debe valorar el crecimiento y desarrollo del niño. Verificar la función renal, y la presión arterial".
La valoración radiológica detectará la localización, el tamaño y las características del cálculo, como también sus eventuales factores predisponentes como malformaciones del tracto urinario. "El estudio radiológico inicial en pediatría comprende una  Radiografía simple y una ecografía  renal y vesical. Actualmente  contamos también  con la Tomografía Axial Computarizada (TAC)-que es un método seguro, rápido altamente sensible y específico que permite localizar cálculos transparentes y minúsculos a cualquier nivel de la vía urinaria.", relata el experto
El estudio clínico se debe completar con un sedimento y cultivo de orina. Un estudio metabólico completo en sangre y orina de 24 horas. Análisis de la composición del cálculo siempre que fuese posible. Hay que realizar un completo estudio destinado a detectar los posibles factores metabólicos predisponentes, para evitar la recurrencia de la enfermedad.
La mayor parte de los cálculos en la población infantil "siguen un patrón semejante al de la edad adulta y su composición más frecuente son las sales cálcicas (oxalatos y fosfatos). Son expulsados, incluso en menor tiempo que en los adultos", apunta el doctor Caffaratti, "aunque a partir de los 5 milímetros de diámetro es mucho más difícil".  Actualmente, con el avance tecnológico, el tratamiento de las litiasis ha cambiado en pocos años desde la cirugía abierta a los tratamientos mínimamente invasivos. La litotricia extracorpórea por ondas de choque, es un procedimiento mínimamente invasivo, muy bien tolerado por el paciente, permite fragmentar los cálculos y su eliminación por la orina, evitando la operación quirúrgica. "Esta técnica es ampliamente utilizada en pediatría, demostrando resultados altamente satisfactorios. Se realiza en la mayoría de los casos bajo anestesia general,-a diferencia del adulto que se hace de forma ambulatoria-, tiene pocas  contraindicaciones como las alteraciones de coagulación e hipertensión arterial, que han debido ser descartadas", explica.
El tamaño, la localización , la composición del cálculo, la máquina de litotricia utilizada, la edad del niño y el personal que realiza el tratamiento son los factores que mayor influencia tienen en la tasa de éxito, que es comparable a la que se da en los adultos. En opinión del doctor Caffaratti, "de todos los factores, el tamaño del cálculo y en su experiencia la edad en la que se realiza el tratamiento (a menor edad mejor fragmentación y expulsión) son los más importantes, y además están  directamente relacionado con la posibilidad de aparición de nuevas piedras después de emplear esta técnica".
 
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